viernes, 21 de diciembre de 2007

El juglar de Nuestra Señora

Cuenta una leyenda que, en el pais que hoy conocemoscon Austria,era costumbre que la familia Burckhard (compuesta por un hombre,una mujae y un niño) animase las ferias navideñas recitando poesias, cantando baladas de antiguos trovadores y haciendo malabarismos que divertian a todo el muundo. Por supuesto, nunca sobraba dinero paracomprar regalos, petroel hombre siempre le decia a su hijo:
-?Tu sabes por qé el saco de Papá Noel nunca termina de de vaciarse, con la de niños que hay en el mundo? Pues porque, aunque está llenoo de juguetes,a veces tambien deben entregarse algnas cosas mas importantes, que son los llamados "regalos invisibles. A un hogar dividido él lleva armonía y paz en la noche mas santa del mundo cristiano. Donde falta amor, el deposita una semilla de fe en el corazón de los niños. Donde el futuro parece negro e incierto,él lleva la esperanza. En nuestro caso, cuando Papá Noel nos viene a visitar, al dia siguiente todos nos sentimos contentos por continuar vivos y por poder realizar nuestro trabajo, que es el de alegrar a las personas. Que esto nunca se te olvide.
Paso el tiempo, el niño se transformó en un muchacho, y cierto dia la familia pasó por delante de la imponente abadía de Melk,que acababa de ser reconstruida.
-Padre, ?recuerda usted que hace muchos años me contó loa historia de Papá Noel y sus "regalos invisibles"? Creo que cierta vez yo recibi uno de esos regalos, la vocacion de hacerme religioso ?Le contraria mucho a usted si en este momento diera el primer paso hacia lo que siempre he soñado?.
Aunque la compañia de su hijo le hacia mucha falta,los padres comprendieron y respetaron su deseo. LLamaron a la puerta del convento y fueron recibidos con generosidad yamor por los monjes que aceptaron al joven Buckhard comonovicio.
llego la vispera de la Navidad y, justamente ese dia , seobro en Melk,unmilagro muy especial. Nuestra Señora llevando al Niño Jesus en brazos decidio bajar a la Tierra para visitar el monasterio.
Sin poder disimular su orgullo todos los religiosos hicieron una gran fila y cada uno de ellos se iba postrando nte la Virgen,procurando homenajear a la Madre y al Niño. Uno de ellos les mostro las bellas pinturas que decoraban el local, otro les llevo un ejemplar de una Blibia que habia requerido cien años de trabajo para ser manuescrita e ilustrada y un tercero recitó de corrido elnombre de todos los santos.
Al final de la fila el joven Buckhard aguardaba aansioso. Sus padres eran personas simples y solo le habian enseñado a lanzar bolas a lo alto pra hacer con ellas algunos malabares .
Cuando le toco el turno, los otros religiosos querian poner fin a los homenajes, pues el antiguo malabarista no tenia nada importante que decir y podria dañar la imagen del convento. Sin embargo, tambien el sentia en lo mas hondo una fuerte necesidad de ofrecerles a Jesus y a la Virgen algo de si mismo.
Avergonzado sintiendo la mirada recriminatoria de sus hermanos sesacó algunas naranjas de los bolsillos y comenzo a arrojarlas hacia arribaa para atraparlas a continuacion, creando un bonito circulo en el aire, al igual que solia hacer cuando él y su familia caminaban por las ferias de la región.
Fué solo entonces cuando el Niño Jesús empezó a aplaudir de alegria en el regazo de Nuestra Señora y fue solo a este muchacho a quien la Virgen Maria extendio los brazos y lepermitio sostener un tiempo al Niño que no dejaba de sonreir.
La leyenda termina diciendo que por causa de este milagro cada doscientos años unnuevo Buckhard llamas a las puertade Melk y es admitido,y mientras permanece alli tiene el don de alegrar el animo de todos los que lo conocen.

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