domingo, 23 de diciembre de 2007

1.001 Lolitas


Nunca pense que pudiera ocurrirme algo asi. Habia terminado mi jornada laboral y descansaba en en un banco de aquel parque desconocido, aun bullendo en mi cabeza las cuentas del último informe,cuando se me acerco la pequeña adolescente que dijo llamarse Linda antes de preguntar: "?Oyessss, tio, ¿tienes una piruleta para mi?". Supuse que se trataba de otra broma sin gracia gestada por mis compañeros de sección,puesto que aquella quinceañera se dirigia a mi como cualquier prostituta de lujo hubiera hecho en su lugar.Linda y yo compartimos el calor del banco durante las horas de aquel crepusculo inolvidable y lamente a lo largo de la conversacion no llevar encima una bolsa de piruletas paras satisfacer los deseos de la dulce niña que se acabo convirtiendo en mujer ante mis ojos.
No podria citar con exactitud el momento en que me lance sobre ella como un lobo hambriento.Pero lo que si tengo grabado en la memoria es como consiguio domeñarme con una patada en la parte mas noble de mis partes.
Condenado por estupro, veo pasar los dias desdeuna celdaoscura. La misma en la que me han dado cuenta de todas y cada una de las Lindas que buscan presuntos pedofilos por los parques de la ciudad.Los hechos que se me imputan son ciertos. Cumplo mi condena con elrecuerdo vivo y el corazon partido en dos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, Marichi,

te escribo para informarte de que, cuando uno tiene un blog, escribe en él sus temas o pensamientos pero, en el caso de que sean ajenos, está obligado a firmarlos. Ese texto que has colgado en el post pertenece a David Benedicte y, al haberse publicado en una revista, tiene su copyright. Te rogaría que se lo firmases. Gracias y un saludo.